Científicos israelíes han desarrollado un sistema a base de ‘nanogotas’ que, a través de un complejo funcionamiento, tendrían la capacidad de adaptarse a la refracción ocular de cada persona, lo que podría dar lugar a la compensación permanente de la miopía, astigmatismo y otras anomalías de la visión. Aunque ya han sido probadas con éxito en cerdos -animales con un sistema ocular similar al de las personas- aún queda por comprobar su efectividad en humanos a través de ensayos clínicos.