Antonio Uceda, oftalmólogo, encargado de impartir la conferencia inaugural del I Máster en Optometria Clinica y Contactología Avanzada de la Universidad de Sevilla

Recientemente impartió la lección inaugural en la apertura del Máster Universitario en Optometría Clínica y Contactología Avanzada de la Universidad de Sevilla. ¿Qué sensaciones le transmite esta nueva generación de ópticos-optometristas que buscan especializarse en ramas tan concretas de la profesión?
La veo más comprometida con su formación académica y, por ende, con su capacitación profesional, tal y como atestigua el interés que suscitan estos másteres de posgrado. En cualquier rama de la salud la formación continua de calidad es uno de los pilares del éxito profesional.

La evolución tecnológica en cirugía refractiva exige una comunicación técnica mucho más fluida y constante entre el oftalmólogo y el optometrista para garantizar el mejor resultado visual?
La cirugía refractiva ha vivido un desarrollo científico y tecnológico espectacular en las últimas décadas. Dicho desarrollo conlleva necesariamente un enfoque multidisciplinar donde cirujano oftalmólogo y optometrista clínico tienen muy definidas sus funciones y solo de una correcta colaboración entre ambos estamentos puede producir resultados de calidad en nuestros pacientes.

¿Cómo definiría la relación de colaboración entre oftalmólogos y optometristas? ¿Qué valor añadido siente que aportan a su diagnóstico médico?
En el ámbito clínico es cada vez más necesaria, ya que determinados aspectos de la exploración oftalmológica requieren de una estrecha colaboración entre ambas categorías profesionales. La excelencia en refracción, visión binocular, baja visión, etc., no se entienden sin el concurso de la optometría clínica, provocando en muchas ocasiones un enriquecimiento profesional mutuo.

El óptico-optometrista es la primera línea que el paciente se encuentra en el sistema sanitario en cuanto a su salud visual. ¿Qué importancia le da a la labor de detección precoz que se realiza desde los gabinetes de optometría antes de la derivación, en su caso, al oftalmólogo?
El diagnostico precoz y el cribado poblacional adquieren gran importancia en estos tiempos de masificación de los servicios sanitarios. En este sentido, la correcta delimitación de funciones y la comunicación fluida entre profesionales son dos aspectos que deben redundar en la correcta atención de nuestros pacientes.

Mirando hacia el futuro de la sanidad, ¿cree que es necesaria una mayor integración del óptico-optometrista en los equipos multidisciplinares de la sanidad pública para descongestionar las listas de espera y optimizar recursos?
Me remito a mi respuesta anterior. Sigo apoyando la formación y coordinación entre todos los estamentos que participamos en el cuidado de la salud visual, como es el caso del oftalmólogo y del óptico-optometrista, con el fin de dar una mejor atención a los pacientes.

¿Qué mensaje transmitiría a los compañeros ópticos-optometristas sobre la importancia de su labor diaria y su responsabilidad sanitaria?
Los animaría a insistir en su formación continuada, tanto desde una perspectiva académica como formativa en el ámbito clínico. Que salgan fueran de su ámbito habitual y busquen formación y colaboración tanto de médicos oftalmólogos como de la industria. Su formación será mucho más completa después de haber recorrido ese camino formativo y, en consecuencia, su labor asistencial más valorada por los pacientes.