Según un reciente informe de BP, Castrol y el Race, los efectos del estrés aumentan un 28% el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Respecto al campo de visión, un conductor estresado sufre el conocido ‘efecto túnel’, que aumenta a medida que se incrementa la velocidad. Al conducir con este tipo de síntomas, las pruebas demuestran que el usuario posee una menor visión periférica, basada en una visión por impactos y atención solo a la zona central, contando con poca visibilidad de los elementos exteriores y prestando una casi inexistente atención a los espejos retrovisores del vehículo.