Australia y Nueva Zelanda han dado luz verde al consumo del ‘arroz dorado’, un transgénico que pretende luchar contra la deficiencia de vitamina A. Este problema de salud pública afecta a 250 millones de niños y, según datos de la OMS, causa ceguera a entre 250.000 y 500.000 personas en edad infantil cada año. Este cereal está modificado genéticamente para que sea capaz de producir betacarotenos, la sustancia de la cual se deriva la vitamina A y la responsable de darle su característico color dorado.