Según el estudio avalado por la Sociedad Española de Optometría (SEO), la sanidad pública podría ahorrar alrededor de 70 millones de euros al año con la incorporación de los profesionales sanitarios ópticos-optometristas en atención primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Actualmente, el 14,5% de las derivaciones de problemas de salud ocular y visual que realizan los médicos de atención primaria son al oftalmólogo, un 30% de ellas por trastornos de la agudeza visual. En el caso de los pediatras de atención primaria, derivan al oftalmólogo el 27%, siendo en un 76,6% de los casos por trastornos de la agudeza visual. De esta manera, anualmente se derivan desde atención primaria a atención especializada más de un millón de pacientes por problemas con la agudeza visual, lo que supone un coste para el sistema público de más de 70 millones de euros.