Las personas que sufren deficiencias en la visión a los 50 años son cuatro veces más propensas a remitir problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, que las que tienen mejor vista, según un estudio de la organización internacional para el desarrollo Sightsavers, la Universidad de Ilorin y el Ministerio de Sanidad de Kogi (Nigeria).
El trabajo, publicado en la revista ‘International Health de la Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene’ a través de un modelo estadístico con datos de evaluación del deterioro de la visión y preguntas relacionadas con la ansiedad y la depresión, apunta que las personas que poseen alguna discapacidad visual grave tienen casi el triple de probabilidades, y las que tienen una discapacidad visual moderada, el doble, de declarar que tienen problemas mentales.
