Dillon Connery, un escocés de 18 años de edad, sufrió el pasado mes de junio graves lesiones oculares debido al fuerte impacto de un chorro de pintura directamente en sus ojos en una celebración “Holi” en Mallorca, un tipo de fiesta que se ha popularizado en los últimos años en la que se utilizan extintores o cañones desde donde se lanzan polvos de colores o pintura a los asistentes.
Según informan medios británicos, la colisión de estas sustancias con el área ocular sin protección le ha provocado daños en su ojo izquierdo que han derivado en ceguera total, mientras que podría recuperar la visión parcial en el derecho con un trasplante de córnea.