
La retina puede funcionar como una suerte de espejo del cerebro y convertirse en un elemento clave en el diagnóstico precoz de alzheimer y otras enfermedades relacionadas con la demencia y el sistema nervioso, según las conclusiones de un equipo multidisciplinar de la Universidad de Coimbra (Portugal), quienes partieron de la hipótesis de que la retina, considerada como una extensión del cerebro, puede mostrar su evolución en este tipo de pacientes.
Además, este método también se podría aplicar en el diagnóstico de otras enfermedades como parkinson, esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).