Versión extendida de la entrevista publicada en el número de junio de ‘COOOA Optometría’ a Juan Suazo, Expresidente de la anterior delegación andaluza del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas
¿Cómo ha evolucionado el sector de la óptica desde que comenzó su trayectoria profesional? ¿Hasta dónde cree que se puede llegar?
La óptica, como cualquier otro sector, ha evolucionado de la mano del conocimiento y la tecnología. En la década de los setenta, en la que me incorporé profesionalmente, eran muchas las personas que precisaban ayudas ópticas. Se usaban productos poco estéticos de forma muy primaria, fundamentalmente lentes y monturas, para resolver «cuantitativamente» los problemas visuales más gruesos, como la miopía y la presbicia.
Justo cuando salí de la Escuela de Óptica de Madrid, que tuve el honor de estrenar como alumno en la Universidad Complutense, comenzaban a despuntar el uso de las lentes de contacto como novedad óptica, con posibilidades de resolver grandes ametropías y ciertas anisometropías, que con lentes tradicionales no se podían resolver.
Mis primeros años se desarrollaron profesionalmente en los Centros de investigación y adaptación de lentes de contacto «Delgado Espinosa» e «Inlentes».
Precisamente, cuando me independicé en Cádiz, comencé como especialista en adaptación de lentes de contacto. No obstante, siempre he creído que el óptico (más tarde óptico-optometrista, actualizándome constantemente a las nuevas titulaciones formativas), como otras profesiones que se especializan en alguna materia, me parecía una limitación. Entendía que habría que abarcar unos conocimientos y una praxis lo más amplia posible, aunque uno pudiera ser «especialista» en algunas área/s determinadas. Siempre he pensado que para ser un gran «especialista» era preciso ser antes un «gran generalista».
Qué duda cabe que las posibilidades que aportan los nuevos conocimientos y tecnología han hecho posible un desarrollo enorme en el sector, tanto desde el punto de vista profesional como en los productos y servicios. El auge que están tomando especialidades como Baja Visión, Terapia Comportamental, Optometría especializada, Lentes progresivas y otras preventivas y de asesoramiento, entre otras, permiten a la Óptica y Optometría aumentar su capacidad de desarrollo de manera muy amplia.
¿Cómo cree que afectaría a la población andaluza la incorporación del óptico-optometrista al Sistema Sanitario Público?
Si se hacen de forma oportuna y planificada, podría resultar un importante impulso para una mejor atención de los usuarios del Sistema Sanitario Público.
Hace años, finales del siglo pasado, tuve el honor de participar en unas jornadas promocionadas por la dirección y el jefe de servicios de oftalmología del Hospital Carlos Haya de Málaga, junto a otros profesionales que trabajaban en dicho servicio, incluidas las personas que gestionaban las citas, y algunos ópticos-optometristas en representación del Colegio de Andalucía, como profesionales externos.
Querían saber cómo optimizar todos los recursos internos y externos del citado servicio. Si no recuerdo mal, nos reunimos más de 20 personas y nos distribuimos en grupos por afinidad de temas de interés. Fue una experiencia excelente. El simple hecho de «poner en común» las diferentes perspectivas de los actuantes en puestos diferentes, confirmó una de mis sospechas genéricas.
Muchas de esas perspectivas estaban basadas en el desconocimiento de todos respecto de todos, en cuanto a su actuación dentro del conjunto. Nos basamos en supuestos erróneos que nos llevan a ser demasiados independientes y, como consecuencia, excesivamente competitivos, en vez de llegar a un mismo fin, mediante el conocimiento mutuo y el «alineamiento» de recursos de todo tipo. En este caso, dentro de la calidad asistencial se podría hacer todo mucho mejor, más satisfactorio para todas las personas intervinientes, incluidos profesionales y usuarios, y, además con un enormes beneficios comunes de ahorro de costes. No solo económicos, sino también emocionales.
Después de esta experiencia, entendí que el óptico-optometrista tiene un hueco en el Sistema Sanitario Público, complementario con otros profesionales y con el sistema privado.
¿Piensa que la salud visual de los andaluces tiene mejor calidad con respecto a años anteriores?
En general, podemos decir que la salud visual de los andaluces, como en toda España, tiene mejor calidad que antes. Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Debemos intentar conocer las necesidades visuales insatisfechas, no solo cuantitativas sino cualitativas en la oficina, en el trabajo, en las escuelas, en el ocio… Debemos prepararnos con una formación de calidad y con una educación visual pública que sensibilice a la población a aumentar su cultura de necesidad y posibilidades de satisfacer por un colectivo de ópticos-optometristas formados, honestos, eficientes y atentos. Este sería el camino de una mejora constante y permanente de su sistema visual.
¿Ha notado un incremento en las revisiones visuales periódicas de los ciudadanos?
En momentos de escasez presupuestaria, las atenciones visuales se mantienen en las necesidades más básicas.
¿Está más concienciada la sociedad que antes en materia de salud visual?
Existen grupos de personas que están concienciadas en materia de salud visual. Sin embargo, el grupo mayoritario se ve presa de una preocupación con mayor incidencia en el precio del producto, a veces a sabiendas, otras por desconocimiento, en una solución cualitativa más personalizada.
¿Cómo se debe luchar contra los productos que no cuentan con un control sanitario adecuado, como las gafas de sol adquiridas en mercadillos ambulantes o lentes de contacto por Internet?
Con formación e información. Como sector, todos los agentes involucrados harían bien en editar por áreas (lentes de contacto, sol, lentes de protección, etc.), folletos prácticos sobre todo el abanico de posibilidades que le puede ofrecer el óptico-optometrista de forma personalizada. Despertada la curiosidad del que desea informarse, después de leer estos folletos distribuidos en las ópticas y otros, podría ya ser invitado a la consulta que explicite las posibilidades para cada caso.
¿Cree que la sociedad tiene claro cuál es la labor profesional de un óptico-optometrista y cuáles son sus competencias?
Se va conociendo más, pero aún siguen desconociendo el abanico de servicios profesionales y comerciales. Una campaña de todo el sector, pero bien ideado y planificado, haría mejorar la cultura visual del español que lucha por la atención del ciudadano.
¿Cree que la incorporación de la moda a las gafas graduadas, y no solo en las gafas de sol, ha provocado una revolución en la industria de la óptica?
Añadir moda, confort, estilo… a necesidades que antaño estaba vinculado a un artefacto incómodo, es todo un acierto en el que hay que persistir.
La demanda de las operaciones visuales ha descendido un 50% en los últimos años. ¿A qué cree que se debe? ¿Es el factor crisis el que ha ‘obligado’ a que los ciudadanos opten por utilizar métodos de corrección, frente a las prácticas quirúrgicas?
Las prácticas quirúrgicas tuvieron su momento de moda de manera más o menos masiva. El tiempo ha vuelto a poner las cosas en su sitio. En toda práctica se debe tener en cuenta la oportunidad, conveniencia y riesgos en relación a la práctica en concreto. La crisis afecta a todos los sectores, según contextos.
¿Cómo percibe la evolución que ha vivido el COOOA hasta ahora?
Un colegio de estas características debe ser la correa de transmisión entre sus colegiados, industria, escuelas, instituciones y sociedad, ayudando a fomentar a mejorar la cultura visual general.
¿Hacia dónde se dirige la profesión? ¿Cuál es el futuro inmediato de la óptica y la optometría?
Los cambios tan rápidos de la sociedad que, en general, está desorientada, precisa de referentes de todo tipo que le ayuden a resolver sus problemas de forma profesional y honesta. Toda crisis trae bajo el brazo una oportunidad de mejora de cambio. El futuro de la óptica y la optometría dependerá de su credibilidad como colectivo, que le permita ser referente en quienes confiar en todas las áreas que su disciplina comporte y permita.