Conocemos por analgésicos al tipo de medicamento que se utiliza para tratar el dolor con el objetivo de mitigar aquella sensación de molestia a la que recurre nuestro organismo para informar que su funcionamiento no es el indicado. Por su parte, los antipiréticos se emplean para reducir la fiebre de nuestro cuerpo. Es decir, controlar que la temperatura corporal se mantenga en unos valores adecuados y no supere los 37º, aproximadamente.
Existen una serie de fármacos que ayudan a combatir tanto la fiebre como el dolor, ya que poseen ambas propiedades. En primer lugar, inhiben sustancias que se liberan en el tejido dañado responsables del dolor. Por otro, potencian mecanismos cuyo fin es eliminar el exceso de temperatura del organismo y, de esta manera, combatir la fiebre.
En el siguiente cuadro puedes observar las reacciones adversas en la visión que puede causar la utilización de este tipo de medicamentos para mitigar la fiebre y el dolor corporal.
Manuel Aguilar Jiménez. Óptico-optometrista. Colegiado nº 5167.
Licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada, diplomado en Óptica y Acústica Audiométrica por la Universidad de Santiago de Compostela, IFM en la Delegación de Salud de Málaga, especialista en Análisis Clínicos por el Ministerio de Educación y Ciencia y Óptico-optometrista por la Universidad de Granada.