La enfermedad de Stargardt es una distrofia macular juvenil que suele hacer acto de presencia generalmente entre los 20 y los 30 años de vida. Esta anomalía en la visión está caracterizada por que la mácula, zona central de la retina que permite la visión fina de los detalles, sufre una degeneración progresiva y provoca la pérdida de la agudeza visual del paciente, pudiendo derivar en ceguera legal. Se trata de una enfermedad rara identificada por el alemán Karl Stargardt a principios del siglo XX, aunque hasta el año 1997 no se logró aislar el gen que causa dicha distrofia.
La enfermedad de Stargardt provoca una visión desenfocada y sin nitidez que dificulta reconocer rostros y formas, así como leer tanto de cerca como de lejos. Además, a largo plazo puede inducir a confundir colores de matices próximos. El objetivo de este estudio que destaco en este número de la revista COOOA Optometría fue investigar esta anomalía visual utilizando la ubicación y la estabilidad de la fijación. Para ello se elaboró un estudio multicéntrico, prospectivo de cohortes.
La prueba de fijación se realizó utilizando el microperímetro ‘Nidek MP-1’ como parte del estudio prospectivo, multicéntrico, de historia natural sobre la progresión de la enfermedad de Stargardt.
Un total de 238 pacientes con esta deficiencia se presentaron al inicio del estudio (con una inscripción bilateral de 86.6%) y se repitieron las pruebas a los 6 y 12 meses.
Las medidas de resultado incluyeron la distancia del locus retiniano preferido de la fóvea (PRL) y el área de la elipse de contorno bivariada (BCEA). Después de 12 meses de seguimiento, el cambio en la excentricidad de la PRL de la fóvea anatómica fue de -0.0014 grados (IC 95%, – 0.27º– 0.27º, p = 0.99). Por su parte, el deterioro de la estabilidad de la fijación tal como se expresa por un BCEA más grande que abarca 1 SD de todos los puntos de fijación fue de 1,21 ° 2 (CI 95%, -1,23 ° 2, 3,65 ° 2; p = 0,33). En definitiva, se observaron ojos con aumentos y disminuciones en la excentricidad de PRL y / o valores de BCEA.
La asociación de una fijación cada vez más excéntrica e inestable con una duración más prolongada de la enfermedad que se encuentra típicamente en los estudios transversales puede contrarrestarse en pacientes individuales mediante procesos poco conocidos, como es el caso de la adaptación neuronal.
Sin embargo, las variables de fijación pueden servir como parámetros de resultados secundarios útiles en algunos casos seleccionados y, además, para aconsejar a los pacientes que expliquen los cambios en su funcionalidad visual.
Javier Sebastián Carmona. Óptico-optometrista. Colegiado nº 8783.
D.O.O especialista en Optometría Clínica, Contactología y Baja Visión, miembro de la International Society for Low Vision Research and Rehabilitation, secretario y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión y delegado del Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Andalucía en Almería.