Un grupo de investigadores estadounidenses ha desarrollado unas lentes de contacto blandas biomiméticas fabricadas de polímeros que pueden ajustarse para ser más cóncavos o convexos en función del voltaje ocular que provoca una persona a la hora de parpadear y que permite extender la distancia focal hasta un 32%.
En este sentido, estas lentillas robóticas son capaces de acercar o alejar objetos y que, en un futuro, puede ser útil para trabajos de investigación o a nivel doméstico para personas con problemas de visión.